Lo que el descuento te da una jornada, demostrado queda que te lo puede arrebatar sólo unos días más tarde. El Real Zaragoza caía en el Carlos Tartiere de Oviedo merced a un gol de Paulino de la Fuente(1-0) a la salida de un córner, en pleno tiempo añadido cuando ya parecía que el 0-0 iba a ser el resultado definitivo. No fue el mejor partido de los de Gabi Fernández, pero sí con un planteamiento serio estuvieron cerca de rascar un punto en el campo de un candidato al ascenso directo.
Un duelo marcado por la polémica actuación de otro De la Fuente, en este caso el colegiado Oliver, y también de la inexistente presencia del VAR. Primero en un penalti señalado por mano de Jair Amador, que con el reglamento encima de la mesa jamás tuvo que ser señalado. Lo fallaría Santi Cazorla. Sólo unos instantes después, Pau Sans era derribado en área rival, con un pisotón claro, pero ni el árbitro ni el VAR decretaban que fuera suficiente para indicar el punto fatídico. Todo eso sucedió con 0-0, por lo que bien podía haber cambiado el sino del encuentro.
Con la derrota ya certificada, tocaba estar muy pendiente del estadio de Castalia. Allí, el Eldense se adelantaba en el marcador con otro penalti polémico, pero los locales, el Castellón, igualaban en la recta final sellando su permanencia y, de paso, dando oxígeno puro a los pupilos de Gabi Fernández. Con ambos resultados, la distancia con el descenso del Real Zaragoza se reduce, pero permanece en cuatro puntos.
Todo esto quiere decir que las cuentas se aclaran de cara a la permanencia. Los maños certificarán su presencia en la categoría de plata del fútbol español si son capaces de ganar el domingo a las 18.30 horas al Deportivo de La Coruña, sin necesidad de mirar lo que haga el Eldense en el Pepico Amat ante el Racing de Santander. Si no gana, le bastará con igualar el signo del choque que consiga el Eldense. Es decir, un empate si los de la Comunidad Valencia empatan, e incluso una derrota si caen ante los santanderinos.