Monólogo de Alsina: "Leire entrega su munición al PSOE"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre la militante del PSOE, Leire Díez y todos los giros de guion que ha habido desde que se supo de ella por primera vez hace diez días, así como los ministros que siguen insistiendo en el bulo de la bomba lapa.
Madrid |
Ni Melody, oiga. Una broma la rueda de prensa que ofreció Melody después de perder Eurovisión comparada con la rueda de prensa que ofrece esta mañana Leire después de perder su condición de militante del PSOE. De militante prime, con cargos flamantes en empresas públicas, a militante de baja previa conversación y pacto con la dirección de su partido "no nos hagamos daño, Leire, no nos hagamos daño".
No, esto no se lo dijo Leire a Cachinero y Santos Cerdán, los dos cargos de Ferraz con los que pactó ayer su abandono. Esto se lo dijo al aluvión de periodistas y asimilados que aguardaban en Ferraz, primero su llegada y después, su salida.
Esto fue a la entrada. No, esto de no voy a decir nada y voy a seguir sin decir nada, no es el compromiso al que ha llegado con su partido, por más que muchos quieran ver un pasteleo para evitar que la imagen del PSOE siga deteriorándose y que ella, a la vez, no cante nada que comprometa a nadie. Lo de no voy a decir nada era el aviso a la prensa para que no esperara que hiciera declaraciones. Y a la salida, en efecto, tampoco las hizo. Documento sonoro de la melé con militante de baja en el centro.
Lo de matar es una forma de hablar, significa forzar su caída
Se escucha a alguien insistir, como si fuera en serio, en esta distorsión de que Leire y sus colegas de cañerías querían matar de verdad al teniente coronel Balas. Quien lo pregunta sabe de sobra que lo de matar es una forma de hablar, significa forzar su caída, pero oye, si el gobierno del país es el primero que distorsiona el sentido de conversaciones reservadas y airea falsedades en su afán de contraprogramar el caso ay fontanera, no va a ser un periodista (o lo que fuera éste que preguntaba) menos que el gobierno.
A las diez de la mañana ha convocado la militante (o ex militante) y fontanera (o ex fontanera, si alguna vez lo fue ha debido de pedir la baja también como fontanera) para informar a sus colegas periodistas del estado de su prometedora carrera profesional como sabuesa. Nunca es tarde para convertirse en Carl Bernstein.
Al cabo de años investigando en los ratos libres que le dejaban sus relaciones institucionales la trama de los hidrocarburos, la UCO y la policía patriótica ---tres en uno, hay que aprovechar las horas de asueto--- la militante prime entregó en Ferraz una copia (en pendrive) del material comprometedor que ha venido recabando y que hasta ahora, años y años, no consta que viera conveniente entregar ni a un fiscal, ni a un juez, ni siquiera al ministro del Interior, responsable último de la higiene y profesionalidad de los agentes de la Guardia Civil.
¿Si Leire ha tenido pruebas de corrupciones en la Guardia Civil por qué se las guardó para ella?
Si Leire ha tenido pruebas, hace meses, o años, de corrupciones en la Guardia Civil, es decir, ministerio del Interior, es natural que lo primero que le pregunte su partido, y su ministro, es por qué se las guardó para ella. ¿O no se las guardó? ¿O no se lo han preguntado?
Qué interesante saber qué hará Cerdán, o sea, Sánchez con el pendrive. ¿Lo difundirá, se lo entregará a un fiscal, lo guardará por si viniera bien para la campaña electoral? Paradoja: el PSOE ha negado que encargara a su militante prime recabar munición contra agentes de la UCO, fiscales o adversarios políticos, en qué cabeza cabe. Leire no actuaba por encargo de Cerdán.
Pero desde la tarde de ayer, Cerdán tiene en su poder todo lo que Leire ha estado recabando porque ella, destapadas sus maniobras de aprovisionamiento, lo ha entregado al partido para el que no estaba trabajando. No era un encargo del PSOE, pero ahora lo tiene todo el PSOE.
La casquería es bienvenida si es para acusar a Ayuso
De los autores de ‘usar mensajes privados para atacar al adversario en hacer casquería llega ahora la casquería es bienvenida si es para acusar a Ayuso de pagarle el sueldo a un capitán violento que sueña con eliminar a Sánchez. Contraprogramando el caso hay fontanera con la conversación, distorsionada y mutilada, de un agente de la UCO con un confidente en 2021.
Tan reacia como era la ministra portavoz a comentar los guasaps entre su jefe y Ábalos, ahora se entretiene difundiendo, primero, una versión manipulada de la conversación del capitán Bonilla con el confidente, negándose después a sacar la pata de donde la metió este sábado y perseverando, por último, en la idea de que las expresiones que usa el agente le inhabilitan para desempeñarse como jefe de seguridad de una consejería autonómica.
Puede que lo más chocante del día sea escuchar a la portavoz del gobierno de España enjuiciar en la sala de prensa de la Moncloa la forma en que un agente de la Guardia Civil obtiene información de un confidente para investigar casos de presunta corrupción. Ver para creer. Por su interés, repetimos.
La portavoz del gobierno de España comentando alegremente (y reprobando) la forma en que un agente de la Guardia Civil se expresa con un confidente mientras investiga corrupciones. No hace falta pasar de ahí para considerar la comparecencia de ayer un despropósito. Otro. El ministro Grande Marlaska, de perfil y mudo, estará encantado de ver cómo su gobierno airea la forma de investigar de sus agentes anticorrupción. Ver para creer.
Pero es que, además, se permitió la ministra ejercer una de las prácticas más acentuadas del trumpismo: negar los hechos y construir una realidad alternativa en la que todo es discutible e interpretable. Por ejemplo: si un agente de la UCO nunca dijo que hubiera que ponerle una bomba lapa al presidente, no pasa nada, puede proclamarse impunemente en un mítin que sí lo hizo porque su conversación, mutilada, era interpretable. ¿Título de la película? Perseverar en el absurdo.
Lo que dijo la ministra ni siquiera estaba en la información de la que se hacía eco
No, ya está no. Esto no es que se pueda interpretar algo de varias maneras. Esto es que lo que la ministra dijo en su mítin del sábado (ya no hay forma de distinguir, por cierto, los mítines sabatinos de las ruedas de prensa de los martes en la Moncloa), lo que dijo, que fue esto ni siquiera estaba en la información de la que se hacía eco.
Y no está en la conversación que a ella le parece tan grave. En lugar de sacar la pata de donde la metió por entonar de oídas el estribillo que le había llegado, se empecina en mantener el ruido alegando que son miles los guasaps y que hay que ver cómo se expresa ese agente.
Absténgase, en adelante, los agentes de la UCO que traten con confidentes de emplear, en sus conversaciones reservadas con éstos, expresiones coloquiales, figuradas o malsonantes que puedan escandalizar al gobierno si alguna vez las difundiera en público un diario digital muy apreciado por éste. Para cuándo, ministro, un libro de estilo de las conversaciones con confidentes policiales. Siete años gobernando Interior y aún no le hemos metido mano a eso.
El Plural también publicó que una parte del gobierno teme que exista una UCO patriótica que conspira contra el gobierno. La portavoz de todo el gobierno dejó pasar ayer la oportunidad de desmentir también eso. Que el gobierno ve a la UCO como una quinta columna, ¿es verdad, ministra, o es otro bulo?